Bush y la irracional prédica del engaño
Muy conocidos son los abominables actos de tortura en Irak, Afganistán y en el territorio cubano ilegalmente ocupado de la base naval de Guantánamo, dónde se dan cuenta de horripilantes crímenes contra indefensos seres humanos
Sin embargo, no aceptan la petición de extradición a Venezuela de Luis Posada Carriles, el asesino a sueldo más prominente del Hemisferio Occidental, para evitar que sea torturado en los que ellos llaman las “mazmorras de Chávez”.
Cuando del imperialismo norteamericano se trata nada asombra, todo cabe, desde las irrisorias y estúpidas frases de un presidente ignorante hasta las más burdas y asombrosas mentiras, aunque su estigma más característico es predicar la moral en calzoncillos.
Hablando en buen cubano, esa frase quiere decir haz lo que yo digo y no lo que yo hago. O sea, que en su endemoniada arrogancia el emperador de turno se abroga el derecho de hacer cuanto le venga en gana sobre la tierra, mientras el mundo debe observarlos cruzados de brazos sin hacer nada.
. Posada se mantiene en un cómoda cárcel del Estado de Texas, acusado por un suave y simple caso de violación migratoria, a pesar de ser criminal comprobado de innumerables y macabras acciones contra los pueblos cubano, venezolano y otros de América Latina en los que la CIA ha necesitado de su nefasta e incondicional presencia.
Tanto él como Orlando Bosh, quién se pasea libremente por las calles de Miami -recibió el caritativo perdón del emperador Bush I- son criminales a conveniencia, al formar parte de la desvergonzada versión de terroristas buenos, junto a los que se suman otros homicidas como José Basulto o Santiago Álvarez.
Todos se vanaglorian de sus servicios a la más poderosa potencia mundial que no sólo los ampara, sino que los ha preparado en su demencial y genocida carrera.
Cabe preguntarse entonces: ¿Cuántas unidades y dispositivos de guerra habría movilizado Estados Unidos para justificar la invasión a un país por encubrimiento en la descarada cruzada lanzada por Bush II después de los abominables hechos del 11 se septiembre?
Cinco Héroes cubanos permanecen secuestrados por presunto caso de espionaje en cárceles norteamericanas, a pesar de su verificada acción antiterrorista.
Sólo protegían de la mafia anticubana radicada en Miami a los pueblos cubano y norteamericano, sin afectar ni de manera mínima la integridad de los Estados Unidos.
Fueron condenados injustamente en uno de los más alevosos juicios que recuerde la jurisprudencia de ese país.
Sin embargo, más temprano que tarde la historia le ajustará las cuentas a quiénes en nombre de la democracia y de los derechos humanos violan hasta la saciedad el contenido de ambos conceptos, en su grosera e impúdica prédica de la moral en calzoncillos.
Rafael Daniel
Sin embargo, no aceptan la petición de extradición a Venezuela de Luis Posada Carriles, el asesino a sueldo más prominente del Hemisferio Occidental, para evitar que sea torturado en los que ellos llaman las “mazmorras de Chávez”.
Cuando del imperialismo norteamericano se trata nada asombra, todo cabe, desde las irrisorias y estúpidas frases de un presidente ignorante hasta las más burdas y asombrosas mentiras, aunque su estigma más característico es predicar la moral en calzoncillos.
Hablando en buen cubano, esa frase quiere decir haz lo que yo digo y no lo que yo hago. O sea, que en su endemoniada arrogancia el emperador de turno se abroga el derecho de hacer cuanto le venga en gana sobre la tierra, mientras el mundo debe observarlos cruzados de brazos sin hacer nada.
. Posada se mantiene en un cómoda cárcel del Estado de Texas, acusado por un suave y simple caso de violación migratoria, a pesar de ser criminal comprobado de innumerables y macabras acciones contra los pueblos cubano, venezolano y otros de América Latina en los que la CIA ha necesitado de su nefasta e incondicional presencia.
Tanto él como Orlando Bosh, quién se pasea libremente por las calles de Miami -recibió el caritativo perdón del emperador Bush I- son criminales a conveniencia, al formar parte de la desvergonzada versión de terroristas buenos, junto a los que se suman otros homicidas como José Basulto o Santiago Álvarez.
Todos se vanaglorian de sus servicios a la más poderosa potencia mundial que no sólo los ampara, sino que los ha preparado en su demencial y genocida carrera.
Cabe preguntarse entonces: ¿Cuántas unidades y dispositivos de guerra habría movilizado Estados Unidos para justificar la invasión a un país por encubrimiento en la descarada cruzada lanzada por Bush II después de los abominables hechos del 11 se septiembre?
Cinco Héroes cubanos permanecen secuestrados por presunto caso de espionaje en cárceles norteamericanas, a pesar de su verificada acción antiterrorista.
Sólo protegían de la mafia anticubana radicada en Miami a los pueblos cubano y norteamericano, sin afectar ni de manera mínima la integridad de los Estados Unidos.
Fueron condenados injustamente en uno de los más alevosos juicios que recuerde la jurisprudencia de ese país.
Sin embargo, más temprano que tarde la historia le ajustará las cuentas a quiénes en nombre de la democracia y de los derechos humanos violan hasta la saciedad el contenido de ambos conceptos, en su grosera e impúdica prédica de la moral en calzoncillos.
Rafael Daniel
0 comentarios