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El histórico protagonismo del santuario de El Cobre

El histórico protagonismo del santuario de El Cobre

MI hijo, editor de  TV, licenciado Rafael Daniel (Jr) y yo frente al santuario de El Cobre, en reciente visita de los trabajadores del canal Centrovisión a Santiago de Cuba

Por Rafael Daniel

Santiago es una zona de notable valía en la geografía cubana y es imposible escribir una sola cuartilla sobre la historia de Cuba, sin hacer alusión al segundo territorio más poblado de la ínsula.

Desde 1515 hasta mediados del siglo XVI fue capital de la isla hasta que fue sustituida por San Cristóbal de La Habana.  El 10 de octubre de 1978, su centro histórico urbano fue declarado Monumento Nacional

El protagonismo de SC es tal que atañe a todo el acontecer nacional, desde lo político, lo económico,  lo social y hasta en el ámbito religioso, al residir allí la Patrona de Cuba: la Virgen de la Caridad del Cobre, o la Virgen Mambisa, como también se le conoce.

Por tanto, si obligada es una visita al Cementerio de Santa Ifigenia, al Moncada, al Morro, la Sierra Maestra, entre muchos otros emblemáticos lugares de esa región oriental, llegarse al imponente Santuario de El Cobre es también una cita imperecedera a la que acuden fieles, laicos, de otras denominaciones y hasta quienes no poseen ninguna fé.

En nuestra reciente visita a Santiago de Cuba, con el principal objetivo de visitar la eterna morada de Fidel, también nos llegamos hasta ese sagrado sitio dónde se venera a la gloriosa María, enfundada en su mágico atuendo, con el niño Jesús entre sus brazos, flotando sobre una tablilla dónde se leía la inscripción “Yo soy la virgen de la Caridad”.

Según narran algunos textos consultados “en el año 1648, se trasladó a una nueva ermita construida en lo alto de la serranía de las minas. Los vecinos recibieron el hallazgo como una buena señal del cielo y construyeron de inmediato la ermita para que sirviera de templo a la imagen de la Virgen. Al borde de la mina, los mineros levantaron el primer santuario, en el mismo sitio donde hoy se encuentra la iglesia que conserva aquella  imagen de la Virgen encontrada”

 Centenares de personas le visitan cada día, unos movidos por la curiosidad o el simple hecho de poder decir “estuve en El Cobre”  o por la devota acción de consumar alguna promesa al cumplirse un milagro ante la petición de un importante encargo personal a la Patrona de todos los cubanos.

En el Santuario de El Cobre se han dado cita las más disímiles personalidades,  por lo que cuando llegamos allí sentimos también que acompañábamos a heroicos combatientes de las gestas mambisas, de la guerra revolucionaria, internacionalistas, deportistas o destacados  intelectuales.

 El Premio Nobel de Literatura Ernest Hemingway, por ejemplo, entregó la medalla que le otorgaba tal distinción a la venerada Patrona, en reconocimiento al pueblo cubano, inspirador de su obra El viejo y el mar, por el cual recibió la alta distinción universal.

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