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Historia

Trinidad y Sancti Spíritus son los nombres verdaderos de la tercera y cuarta villas cubanas.

Trinidad y Sancti Spíritus son los nombres verdaderos de la tercera y cuarta villas cubanas.

Por Rafael Daniel

La ciudad de Trinidad ya festejó en enero sus primeros 500 años de fundada y la de Sancti Spíritus está próxima a hacerlo en la controvertida fecha del 4 de junio, por tanto, es un momento propicio para comentar acerca de sus respectivo y verdaderos nombres, en ocasiones falseados.

En múltiples ocasiones muchos se refieren a la Ciudad Museo del Caribe, como de la Santísima Trinidad, cuando en realidad esa nunca ha sido su denominación oficial, de acuerdo con el erudito historiador e investigador Carlos Joaquín Zerquera Fernández de Lara, en la foto, , quién, en una entrevista que le hice poco tiempo antes de su fallecimiento comentó:

“Diego Velásquez va a mentar por primera vez a Trinidad, a la que acaba de fundar, y da unas distancias de minas de oro y dice: del pueblo de la Trinidad. En el mismo folio, al final, en el penúltimo párrafo, vuelve a mentarla, diciendo qué recibió noticias a la llegada a la bahía de Santiago de Cuba de las dos carabelas que había mandando a pedir para el servicio de la Isla y dice que una la utiliza para mandarla a La Española para traer pan y otras cosas más para La Trinidad y otra a Jamaica para lo mismo”.

Zerquera Fernández de Lara, quién estuvo en dos ocasiones en el Archivo General de Indias, en Sevilla, España; añade que no existe documento oficial alguno que le nombre nunca La Santísima Trinidad, sino la villa de La Trinidad y a partir de 1585 Ciudad de la Trinidad.

Para valorar aún más su información, el extinto historiador precisó:

“El primer libro de bautismo de nuestra Iglesia Parroquial Mayor que empieza el 15 de marzo de 1585, todas las partidas iniciales y las siguientes dicen Ciudad de la Trinidad, es decir, jamás ha habido un documento oficial que la denomine de La Santísima Trinidad”

Sin embargo, en muchos textos, sobre todo con promociones turísticas, se le llama equívocamente de La Santísima Trinidad.

¿VILLA DEL ESPÍRITU SANTO?

Algo parecido, aunque en menor escala, sobre todo entre colegas -no sé por que- también se falsea el verdadero nombre de nuestra Cuarta Villa.

Hemos visto, en ocasiones, referirse a la Ciudad del Yayabo como a la villa del Espíritu Santo, como si traduciéndolo le dieran más belleza o elegancia a lo que escriben o dicen. Sin embargo, es una total barrabasada.

El nombre de la villa no necesita traducción, porque es la única villa fundadora cubana con nombre en latín y que lo conserva desde hace cinco siglos, lo que le da cierto matiz de identidad y por ende no necesita de ningún otro edulcorante que la enaltezca.

Otra presencia británica inesperada en el pequeño poblado de Arroyo Blanco

Otra presencia británica inesperada en el pequeño poblado de Arroyo Blanco

El que suscribe, a la izquierda, con el embajador británico en Cuba.

Por Rafael Daniel


Arroyo Blanco es un pequeño poblado del municipio de Jatibonico en la central provincia cubana de Sancti Spíritus, pero con una impresionante carga de historia, pues aunque Doña Isabel María de Valdivia, madre del Mayor General mambí Serafín Sánchez y otra pléyade de patriotas, tuvo a varios de sus hijos en la ciudad capital, la familia se identifica como oriunda de esa zona ganadera.

Llama la atención cómo se conservan sus principales valores patrimoniales, desde sus inmuebles originales, confundidos con otros de cierta modernidad, hasta la conservación cercas perimetrales de madera que recuerdan a la repugnante reconcentración de Weyler, durante los tiempos de la epopeya mambisa.

Hay mucho, pero mucho más que decir de Arroyo Blanco, pero eso sería un interesante y amplio tema para otro trabajo.

Este fin de semana asistí al tradicional Festival de Parrandas que anualmente se celebra en esa localidad. Nadie piense en algo al estilo de las fiestas populares de Remedios, Guayos o Zaza del Medio, también con idéntica denominación, con sus hermosas carrozas, voladores y fuegos artificiales.

No, son parrandas de otro tipo. Se trata de formatos musicales que interpretan el punto espirituano –surgido en Sancti Spíritus- en todas sus variantes. Allí actuaron agrupaciones locales, como la de la familia Sánchez valdivia, ¡Si! ¡No ha leído mal! Son descendientes de la familia del insigne Mayor General del Ejército Libertador, cultores de ese género musical desde hace muchos años en esa zona, junto a la de los Perejiles.

Otros vinieron de la provincia de Ciego de Ávila, como Florencia o Majagua, aunque nos extrañó que no invitaran a la Parranda Típica Espirituana, sucesora de Los Hermanos Sobrino, la más emblemática de estas agrupaciones, pues aunque el evento es competitivo del movimiento de artistas aficionados, su presencia le hubiera dado un toque más identitario al programa, que de hecho ya lo es. También pudieron invitar a Manacanabo, de Trinidad o a la de Iguará, dos excelentes agrupaciones profesionales de la provincia.

UN HECHO PARA MI INESPERADO

De vez en vez, las autoridades locales y organizadores del evento expresaban: “El hombre no ha llegado”, Otros decían “Parece que no va a venir” y yo me preguntaba “¿A quién se referirán”. Pensé que se trataba de un prominente parrandero como Rolando Benítez, el hijo de inigualable Marcial, pero después supe que está muy enfermo.

Movido por la curiosidad pregunté de quién se trataba la tan esperada visita. Me acerque a un grupo de sillas alrededor de una mesa, en formación parecida a un pequeño anfiteatro, dónde ya estaban algunas personas sentadas y ¡Al fin me enteré de quién se trataba! ¡Nada más y nada menos que del Embajador de Gran Bretaña!

Aquello me pareció insólito porque ¿Qué haría un diplomático británico allí en esa zona tan apartada? ¿Sería el representante del Reino Unido aficionado a las parrandas? No le encontraba a aquello ni pies ni cabeza.

Sin embargo, al fin, me enteré del porqué de la presencia del embajador británico en Arroyo Blanco. Siento bochorno por mi despiste totalmente injustificado, porque en el bolsillo de mi chaleco estaba el programa del evento en el que se anunciaba esta actividad colateral y si lo hubiera visto, me hubiera ahorrado tanto asombro.

El excelentísimo señor Tim Cole, embajador del Reino Unido en Cuba, venía a presentar el libro “Arroyo Blanco, la ruta cubana de Churchill”, de la escritora espirituana Lourdes María Méndez Vargas, texto en el que se narra una historia poco conocida como la presencia del estadista británico por estos lugares de la geografía espirituana.

Tome asiento en el pequeño anfiteatro y me uní a los espectadores en espera del lanzamiento del libro. (Me gusta esta palabra en lugar de presentación, no sé por qué se le huye.)

Al poco rato llegó el diplomático en ejemplar puntualidad, característica de los ingleses.

Después de la presentación de rigor por parte de especialistas de la espirituana Ediciones Luminaria, inicio el señor Tim Cole su disertación sobre Sir Winston Churchill, en la que destacó importantes pasajes de la vida del importante estadista, Premio Nobel de Literatura y a quién le unían lazos filiales muy íntimos con la Isla caribeña, incluso uno de los habanos cubanos más famosos lleva su nombre.

Al término de su alocución, otros usaron de la palabra. Un grupo de niños campesinos cantó tonadas propias de las parrandas.

Al finalizar se entregaron libros a diversas instituciones. Tuve el alto honor de tener acceso a uno de los ejemplares y que el diplomático lo rubricara, después me extendió su mano afectuosa y sentí la importancia de estar presente en otro momento histórico de Arroyo Blanco.

Era la primera vez que un embajador visitaba aquel pequeño poblado rural, pero inmenso e imprescindible para la historia cubana.

Necesaria veracidad histórica en el medio milenio de Trinidad y Sancti Spíritus

Necesaria veracidad histórica en el medio milenio de Trinidad y Sancti Spíritus

Foto tomada desde una de las cien puertas del Museo de Arte Colonial

Texto y foto de Rafael Daniel

Estamos casi en el medio milenio de Trinidad y de Sancti Spíritus, la tercera y la cuarta villas cubanas y estamos a tiempo de subsanar determinados errores que pueden confundir el trasiego inequívoco de la historia.

En esta ocasión voy a reherirme a la denominación de ambas villas fundadas por el Adelantado Diego Velásquez en el año 1514, una a principios de año, dicen que en enero y la otra unos meses después, aunque no creo que haya sido en junio, como algunos le atribuyen ahora y que se ha dado como fecha oficial de la celebración, aludiendo a la misa o al Sermón del Arrepentimiento del Padre las casas en esta zona.

Siempre se dijo que fue entre los meses de marzo y abril, algo que creo más cercano a la realidad.

Pero volviendo al tema que nos ocupa. A algunos les ha dado por denominar a Sancti Spíritus villa del Espíritu Santo, algo totalmente desacertado, pues aunque es la traducción literal del latín, el nombre oficial que le pusieron los españoles es ese por el que siempre se le ha conocido y que le da el mismo calificativo también a esa provincia central de Cuba: Sancti Spíritus.

Algo también generalizado en muchos textos actuales es el de llamar a la Ciudad Museo del Caribe villa o ciudad de la Santísima Trinidad, cuando realmente es la Trinidad o simplemente Trinidad, como le conocemos todos.

Según nos confesó personalmente Carlos Joaquín Zerquera, acucioso investigador e historiador de esa ciudad hasta su reciente fallecimiento, no existe ningún documento en el que aparezca esa denominación, ni tan siquiera en las primeras fe de bautismo de la iglesia.

Tengamos en cuenta que entre las múltiples indagaciones de Zerquera se cuentan dos visita a los Archivos de Indias, lo que le da mayor crédito a sus aseveraciones.

Por tanto, en favor de la veracidad, tratemos de subsanar errores en aparentes pequeños detalles y hagamos de la historia un elemento creíble para las actuales y futuras generaciones.

A 91 años del nacimiento de Faustino

A 91 años del nacimiento de Faustino

La casualidad histórica quiso que Faustino  naciera el 15 de febrero de 1920 en el barrio rural de La Larga, en el municipio espirituano de Taguasco, a sólo unos centenares de metros del sitio donde cayó una de las principales figuras de la Guerra de Independencia: el Mayor General Serafín Sánchez Valdivia patriota más allegado al Apóstol José Martí en la organización de la Guerra Necesaria.

Faustino fue una de las figuras más cercanas a Fidel en la preparación de la Expedición del Granma y en la ejecución posterior de la epopeya revolucionaria. Era como si hubiera escuchado la última orden del prócer independentista al caer mortalmente herido: “¡Me han matado, eso no es nada, sigan la Marcha!”

UN FERVIENTE MARTIANO

“Él siempre sintió orgullo de haber nacido en ese pedazo del terruño espirituano, hecho que influyó decisivamente en su formación revolucionaria y en su devoción martiana, valores fundamentales de la razón de ser posterior de su vida”,  dice el Master en Ciencias Dagoberto Pérez, sobrino de Faustino y presidente de la Cátedra Faustino Pérez en el municipio espirituano de Cabaiguán.

“Ese hecho casual es único en el país y tiene mucho significado. Estamos hablando de dos revolucionarios que marcaron la historia nacional, cada uno en su época, con sus características. En un país con una larga tradición revolucionaria como el nuestro que haya ocurrido una casualidad de esta naturaleza, no solamente es para aplaudir, sino para que se le hinche el pecho al que tenga la suerte de haber nacido en ese entorno”, precisa el Presidente de la Cátedra de Estudios Históricos de la Universidad de Oriente Dr. Reinaldo Suárez, biógrafo de Faustino.

Poco después de completar su primera década de vida, la familia de Faustino se traslada a vivir en la zona de Cruz de Neiva en el municipio de Cabaiguán, donde hizo sus estudios primarios en una escuelita rural bajo la égida de un maestro catalán a quién nombraban Don Jaime, fervoroso martiano, quien influyó en la connotada vocación de Faustino por el Maestro, a la que también se unió la de Carlos, el mayor de los diez hermanos.

“Una muestra de su propensión martiana lo muestra esta anécdota: dicen que cuando salía de la escuelita rural de Don Jaime formaba una “tropa” designando a cada compañerito con nombre de patriotas de la Independencia. Faustino se adelantaba y cuando alguien le preguntaba por qué hacía eso, respondía que él era Martí y tenía que llegar primero”, añade Dagoberto.

UNA VIDA DEDICADA POR ENTERO A LA LUCHA

Desde muy joven Faustino Pérez se vinculó a la lucha revolucionaria. Mientras cursaba estudios de medicina en La Habana integró  el Movimiento del doctor García Bárcenas, junto al destacado revolucionario e intelectual doctor Armando Hart Dávalos.

Posteriormente ambos formaron parte de la dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio liderado por Fidel Castro.

Después de protagonizar riesgosas misiones dentro del país marcha a México, donde desempeñó un papel protagónico en los preparativos de la expedición liberadora del Granma, encabezada por Fidel. Fue uno de los jefes de su Estado Mayor, junto al prominente revolucionario Juan Manuel Márquez.

Durante los tristes momentos posteriores a la derrota de Alegría de Pío, tuvo el privilegio de acompañar a Fidel y a Universo  Sánchez durante varios días  hasta el histórico encuentro de Cinco Palmas, en la Sierra Maestra, cuando coincidieron con el resto del reducido grupo de los sobrevivientes del desembarco, entre los que se incluía Raúl Castro.

En el transcurso de la lucha contra la tiranía batistiana le fueron encomendadas múltiples responsabilidades tanto en el llano como en la sierra y el 3 de enero de 1959 fue nombrado Ministro de Recuperación de Bienes Malversados , siendo entonces el primer escogido para integrar el Gabinete de la Revolución Triunfante.

PRESENTE EN QUIENES LE CONOCIERON

Para quiénes conocieron a Faustino el recuerdo de sus excepcionales condiciones políticas y humanas son una constante: “Faustino no le tenía miedo a nada. Es uno de los hombres más valientes que he conocido. Una gente muy humana. Sabía conservar las amistades y trataba a todos con mucha delicadeza, con mucho tacto. El que conocía a Faustino se hacía amigo de él enseguida”, comenta el Comandante del Ejército Rebelde Universo Sánchez, expedicionario del Granma.

“Era consecuente sin dejar de ser exigente, inclusive, cuando el tenía que llamarle la atención a una persona, lo decía de una manera muy delicada”. Emilio Albentosa, expedicionario del Granma. “Conocí a muchos compañeros valiosos, pero las características especiales de Faustino, su forma de relación con las personas, era lo que más me admiraba de él. Por donde quiera que tú lo miraras no se le veía ningún rasgo de superioridad. ¡Era un revolucionario íntegro!”.

Carlos Bermúdez expedicionario del Granma.

Los combatientes de la clandestinidad Telvhia Marín, Enso Infante, Héctor Rabelo y  Esperancita Sanjurjo se refieren al destacado revolucionario con similares criterios a los que añadieron la honestidad, el altruismo y su fuerza de carácter, pues nunca claudicó ante lo que pensaba que era correcto.

Su esposa Ana Miriam Díaz Fernández agrega: “¡Qué voy a decir de Faustino padre, Faustino esposo: un hombre maravilloso! Un padre preocupado, un esposo amante, una gente tierna. Yo sabía que todas esas cosas eran ciertas, que estaban ahí, pero también conocía que lo primero era lo otro, la Revolución. Era tan honrado, tan incapaz de mentir, que si él sentía alguna preocupación ante algún suceso y expresarlo podría ocasionarle un problema. ¡Él se buscaba el problema, pero lo expresaba!”

La fidelidad a sus principios revolucionarios y a  Fidel estaba por encima de todo en su ejemplar existencia.

Aunque ya había terminado sus estudios de medicina antes de la victoria revolucionaria, nunca aceptó el título firmado por los testaferros de la tiranía por lo que el pergamino que testificaba su condición de galeno sólo lo aceptó en el año 1959, después del triunfo, firmado por su amigo y compañero de luchas Armando Hart Dávalos, entonces Ministro de Educación.

EL EPÍLOGO DE SU EJEMPLAR VIDA

Después de incursionar por diversas responsabilidades políticas, administrativas, diplomáticas y gubernamentales, sus últimos momentos, con la salud resentida y setenta años de edad, los pasó en la Ciénaga de Zapata, donde solicitó y asumió un programa de desarrollo agropecuario, económico y social y también inició un importante proyecto cultural, hoy denominado Korimakao.

“El autor intelectual de Korimakao se llama Faustino, el hombre que me enseñó a mí a pensar más abierto, apenas en dos años. Yo siempre he sido una persona desprendida, no egoísta, pero Faustino acabó de completar esa preparación que me había dado mi madre, mi padre, que había recibido de Fidel hasta ese momento y que he seguido recibiendo. De cómo Fidel nos ha enseñado a ver a Martí de otra manera… y Faustino era un profundo martiano”, añade el destacado actor Manuel Porto, director del proyecto Korimakao, de la Ciénaga de Zapata. En el  Aniversario 85  de su natalicio, el Dr. Armando Hart Dávalos dijo a los padres y maestros en Cabaiguán,  durante el acto de inauguración de una estatua frente al local que ocupa la Cátedra Faustino Pérez:

“Faustino era feliz porque era coherente y porque era íntegro, porque era un hombre moral y ejemplar. Enseñen a vuestros alumnos e hijos este ejemplo de integridad y de coherencia que nos representamos en el compañero entrañable Faustino Pérez, enséñenselo para que puedan construir un mundo mejor”