Rumba dedicada a Fidel en el Patio de la Poesía de la UNEAC
Texto y foto Rafael Daniel
Los tambores tronaron más fuerte que nunca, las melodiosas voces pretendieron alcanzar el infinito para llegar hasta donde mora aquel que se fue pero que se mantiene siempre presente.
Los cuerpos vibraban al compás del movimiento de las negras manos sobre los cueros, la gangarrea, el chegueré, o las claves.
Fue una tarde de lujo entre cantos y toques en el homenaje de la Rumba al Comandante en Jefe que se encontraba allí, presente, entre centenares de asistentes a la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, UNEAC, de la central provincia de Sancti Spíritus, quienes se multiplicaron por miles a la misma hora en todo el país para responder la convocatoria que hicieron el Ministerio de Cultura y la UNEAC, para exaltar la reciente proclamación de la rumba como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
El presidente de la UNEAC en el territorio espirituano Marcos Antonio Calderón presentó al grupo de Trinidad de Cuba Aché Churé y a su director Kike Tamayno, quienes, al decir del directivo, hicieron la magia que provocó el encantamiento del auditorio que también se convirtió en protagonista del espectáculo patriótico, musical y danzario.
Las improvisaciones del guaguancó, entre otras expresiones de la rumba se fundieron con el Cuba que linda es Cuba y a los vítores de vivas al líder histórico de la Revolución Cubana, entre los que no faltó el imprescindible Somos Fidel para demostrar la decisión de continuar nuestro irreversible proceso
La rumba es un complejo musical de raíz africana. Se originó en Cuba como un baile típico de un ambiente caliente y se ha convertido en el baile más clásico de los bailes latino-americanos, según se recoge en ECURED.
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