Llanto por mi Comandante
Por Rafael Daniel
Permítanme llorar por este hombre,
sin lágrimas esconder, ni voltear el rostro.
Quiero hacerlo como lo haces tú, o aquel,
como lo hace el otro,
sin machistas bochornos.
Permítanme llorar por este padre,
surjan de lágrimas manantiales y se unan a las tuyas,
a las de aquel, o a las de este otro,
para evitar que revienten de mi garganta
el nudo que me abraza, o mi sensible pecho enfermo,
Permítanme sollozar, que se limpien mi ojos,
hasta ver la imagen erguida del bravo guerrero,
presto a escuchar su voz de Comandante eterno,
dando las órdenes precisas para la victoria
y marcando con su índice la certera luz del mañana,
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