Amor y alegría en los 104 de Rufino Quincose
Rufino celebra rodeado de amor y con infinita alegría su compleaños 104
Por Rafael Daniel
En la barriada de Colón, en la central ciudad cubana de Sancti Spíritus, reside Rufino Quincose, un joven que supera el siglo de existencia. Larga vida rodeada de amor, ese puro sentimiento que significa todo para él y quiénes comparten su convivencia y hasta el de una hija residente en el extranjero..
A sus 104 años, la vida de Rufino Quincose tiene un extraordinario valor para todos los que le rodean y sus nueve hijos, 18 nietos y sus numerosos tataranietos le rinden merecido homenaje al fundador de una familia que todavía aprecian en el a su ejemplar líder.
“Nosotros le tenemos en cuenta para todo. Tiene una lucidez extraordinaria y una larga experiencia”, nos dijo una de sus hijas y otra acotó: “El sigue siendo la persona más importante en nuestra familia” y una tercera precisó que “… a esa edad es cuando más falta le hace el cariño de todos y debemos cuidarlo con mucho cariño y esmero.
Rufino es oriundo del municipio espirituano de Yaguajay. Desde muy joven se fue a vivir a las montañas del Escambray, sitio que tiene para él extraordinario significado…
“Me gustaría volver allí, subir las lomas y visitar a mi gente, aunque muchos de ellos ya no están. Pero bueno, a mis años ya me es imposible, pero los recuerdo mucho”, dice Rufino.
Este lozano longevo conoció y colaboró con el Che durante la lucha insurreccional y hoy es el miembro de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana con más edad en la central provincia de Sancti Spíritus. Con envidiable exactitud Rufino recuerda aquellos importantes momentos, como si estuvieran acabados de ocurrir.
Nos narra con extraordinaria fluidez, aquellos momentos en que el Heroico Guerrillero llegó al Escambray, de las primes misiones que recibió del Che y de Armando Acosta, entonces teniente Erasmo Rodríguez.
Quien siembra dolor sólo puede recoger dolor, pero quien siembra amor sólo cosecha amor. Y con el respeto del formador de virtudes, sigue siendo el necesario líder de la familia.
Cada cumpleaños de Rufino es un hecho trascendental para él y su voluminosa prole, momento para festejar el importante acontecimiento familiar a los cubano, con congris, yuca, ensaladas, ron y lechón asado.
Y así, de ese modo, llenan de la necesaria ternura cada espacio de su vida. Y la sonrisa y los ojos alegres de Rufino al escuchar, frente a un apetitoso cake, el imponente coro de la familia entonando el tradicional “felicidades Rufino en tu día”, nos dice a las claras que no tiene límites su añejo y constante reverdecer.
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