El restaurante Sol Ananda, de Trinidad de Cuba, es mucho más que una agradable paladar.
Texto y foto de Rafael Daniel
Recordamos a inicios de la década del 90 cuando ocupó espacios televisivos en Cuba la telenovela brasileña Vale Todo, protagonizada por Regina Duarte en el papel de Raquel Accioli, quien era dueña de una cadena de restaurantes a los que llamaba Paladares.
El nombre fue asimilado por los nuevos cuentapropistas cubanos para designar a sus establecimientos, denominación que ha llegado hasta nuestros días para identificar a estos negocios privados que hoy alcanzan un notable auge.
Fue tanta la influencia de esta novela en la sociedad cubana que hasta el slogan del período eleccionario de ese año fue el de ”Valen Todos”, para llamar a la unidad del pueblo en las votaciones.
PALADARES EN TRINIDAD DE CUBA
En la legendaria villa de Trinidad de Cuba, patrimonio Cultural de la Humanidad junto a su Valle de los Ingenios, en la provincia de Sancti Spíritus, proliferan decenas de estos establecimientos privados que tuvo entre sus primeros líderes a Sol y Son, acogedor sitio que aún se inscribe entre los de mayor aceptación en la ciudad y en Cuba por la alta calidad de sus propuestas y mejor servicio.
Sus creadores fueron el emprendedor arquitecto Lázaro Morgado y la que era entonces su esposa Liliana Trujillo, quien mantiene la impecable trayectoria del centro.
Al desgajarse los vínculos matrimoniales, Morgado decide hacer su propio restaurante y es cuando surge la idea de erigir lo que después sería Sol Ananda, convertido hoy en uno de las mejores unidades existentes en la villa, próxima a cumplir sus 500 años
SOL ANANDA ES MAS QUE UNA PALADAR, AL PREVALECER SUS VALORES PATRIMONIALES.
Sol Ananda está ubicado frente al emblemático Museo Romántico, en una esquina de la céntrica Plaza Mayor de Trinidad, en una casa colonial que data de 1750, por lo que es una de los más antiguos inmuebles, en pie, de la ciudad.
La idea de restaurar esta vivienda, casi en ruinas, parecía totalmente descabellada, sin embargo, la inteligencia, la tenacidad, y la entrega de Lázaro fueron más fuertes que los aparentes imposibles.
El resultado final fue el premio al esfuerzo y aquella casa parcialmente destruida recuperó la belleza de sus años mozos hasta convertirse en uno de los sitios más atractivos, por su naturaleza, del centro histórico urbano de la legendaria villa.
Sol Ananda, nombre indio del establecimiento por la fe espiritual de su propietario, es visitado por numerosas personalidades políticas, gubernamentales, estatales, artistas nacionales y extranjeros, incluyendo al propio embajador de la India, quiénes expresan su admiración por la obra lograda por Lázaro, quien antes trabajó como arquitecto en la Oficina del Conservador de la Ciudad, institución encargada de la restauración de la tercera villa cubana.
De esta manera Lázaro no sólo logra un floreciente pequeño negocio gastronómico, sino que con su acción ha contribuido, como muchos otros a que Trinidad mantenga sus valores tangibles como Patrimonio Cultural de la Humanidad, algo elogiado por el Historiador de la Ciudad de La Habana, al referirse a la importancia de los cuentapropistas en las ciudades fundadoras de mantener los valores históricos de las villas, como principal atractivo de cada lugar.
Por ello, Sol Ananda no sólo es un excelente restaurante o paladar por la alta calidad de los servicios a su amplia clientela, sino que es una unidad necesaria en la villa por erigirse como uno de los lugares más atractivos del entorno colonial de la Ciudad Museo del Caribe.
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